
El uso lúdico de la cannabis está siendo aceptado en un número creciente de países, enmarcado en regulaciones que buscan garantizar un consumo responsable. A nivel recreativo, la cannabis se utiliza principalmente por sus efectos relajantes y de euforia, generados por el THC, el compuesto psicoactivo de la planta.
Los consumidores recreativos buscan experiencias de relajación, creatividad o conexión social. No obstante, es crucial que el uso se realice de manera consciente y responsable, evitando excesos y priorizando la seguridad personal y colectiva.
El mercado de cannabis recreativa ha evolucionado significativamente, ofreciendo una amplia variedad de productos como flores, aceites, comestibles y vaporizadores. Esto permite a los usuarios elegir métodos de consumo que se adapten a sus preferencias.
Sin embargo, es importante considerar los posibles riesgos asociados, como la dependencia psicológica, afectaciones en la memoria a corto plazo o dificultades en la concentración. Por ello, la educación sobre el consumo informado y la regulación gubernamental son elementos clave para prevenir abusos.